Que yo te quería entonces y te seguí queriendo, aún cuando nos miramos, esa última vez como pareja lo sabíamos de sobra.
Lo triste fue volver, esa última noche de propina, a conectar de nuevo como antes, entre tragos y tragos de cerveza.
Que me querías entonces y lo seguías haciendo, aún cuando nos miramos aquella última vez como pareja lo dudé tantas veces.
Lo triste fue volver, esa última noche de verano a descubrir mi error en esas dudas tantas y tantas veces repetidas.
Que estaba equivocado y que debía abrazarte y deshacerlo todo lo supe en unas horas.
Lo triste fue encontrarme con las llaves de un piso y de una vida cien mil veces peor que nuestra vida.
Lo malo fue perderte y descubrir entonces,
frente a ese carrusel de fotos del pasado girando en mi cabeza,
que yo era tan feliz aún solo con mirarte sonreír.
Lo malo era perderte, y lamentarlo de repente todo y no saber que hacer para enmendarlo y no querer poder rehacer mi vida sino desear tan solo, hacer girar el mundo, retroceder el tiempo el tiempo. darle la vuelta a todo lo que dije y no dije, lo que hice y no hice los últimos 10 años.
Sonreírte, dejarte, despedirte con besos, quererte sin decoro, atreverme, dormirme, admirarte, gustarte, compensarte los años apostados, pedirlo, decidirlo o asumirlo con gusto, decir fuerte me importa!, besarte sobre todo y bajo todo hace mucho más tiempo, servirte el café y dejar de putearte por tu enojo, añorarte sin odio, respaldar mis palabras con mis actos, recordar el propósito olvidado, quererte con arrojo y sin reparo.
Lo malo fue perderte y saber de repente, cuánto te echo de menos.
Comentarios recientes